sábado, 29 de noviembre de 2014

Love has End


¿Qué ha sido del amor? ¿Qué ha sido de el felices para siempre? ¿Qué ha sido del romanticismo? ¿Qué ha sido del “te querré siempre…”?

A diario veo parejas de la tercera edad de la mano, haciéndose arrumacos paseando o sentados en un banco en el parque disfrutando de la vida juntos y siempre me pregunto ¿por qué tengo la sensación de que dentro de 40 años eso no existirá? Veo de vez en cuando las cartas que se escribían mis padres cuando estaba él en la mili, y sin leerlas porque se que es algo personal me pregunto ¿cómo aguantaron tanto tiempo?

Escucho decir demasiado a menudo la frase “la juventud ya no os aguantáis nada porque sois unos egoístas y solo miráis por vosotros mismos” y vuelvo a preguntarme ¿y qué hay de los que seguimos creyendo en el romanticismo? ¿Acaso ha muerto ya y es solo una falacia? La verdad es que me entristece porque tienen razón...

Todos conocemos a alguien que lleva con su novi@ desde los 13 años o por el estilo y lo primero que piensa la gente de alrededor es “que pena, vas a estar toda tu vida con la misma persona y no vas a conocer a otra persona que igual te gusta más” ¿y por qué tiene que haber algo mejor? ¿Acaso no puede haber encontrado ya a su amor verdadero? ¿Por qué somos así, por egoísmo o envidia? Me hubiese encantado poder decir a mis nietos “tu abuelo fue mi primer y único amor en toda mi vida”, sería tan bonito.

Dicen que las tecnologías han unido aún más a las personas, pero en cuanto a cosas de pareja se refiere deja mucho que desear. Yo soy de las que sigo prefiriendo una llamada de teléfono o una carta escrita a mano que un mísero whatsapp diciéndome “te quiero”, no es lo mismo. Y ya el colmo son las discusiones por redes sociales o el dejar a alguien por un mensaje ¿pero cómo hemos llegado a esto?!! ¿Dónde ha quedado el presentarse en la casa del otro después de una gran discusión aunque este lloviendo para intentar arreglarlo porque no te deja respirar esa angustia? Las películas se hacen por algo, para dar ideas, ya que la gente anda escasa de romanticismo. Solo con las escenas perfectas que se me ocurren en mi cabeza daría para hacer 20 películas y arreglar a más de una pareja en crisis, solo hay que pensar qué es lo que te gustaría que hicieran por ti.

Se que muchos pensareis que estoy divagando y que se me va la cabeza, que vivimos en una sociedad en la que el romanticismo no tiene hueco porque va el bien nuestro por encima del de nuestra pareja, pero tengo la teoría de que si mirásemos más por los demás que por nosotros mismos algunas cosas irían mejor y puede que hasta seamos mas felices.
Ahí dejo mi idea, espero despertar en alguien las mismas dudas que tengo yo y así poder mejorar poquito a poco 

 

2 comentarios:

  1. El romanticismo ha muerto, tu lo has dicho

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  2. La sociedad ha llegado a tal punto que todos caminan agrupados pero con el fín de llegar sín preocuparse de "él de al lado". Esto pasa en general, estudios, trabajos, "amigos", deportes, "familias" y como no, en las relaciones de "pareja". El "yo" se ha convertido en una prioridad desgarradora que no deja cicatrizar a la otra persona, el "yo" quiere ganar, triunfar, tener éxito, ser el mejor...desvalorizando el apoyo, la ayuda, la consideración que ha tenido la otra persona, por lo que es imposible tener ese tipo de relaciones en la cual el "yo" es para hacer feliz a la otra persona, porque no hay nada más bonito y gratificante que hacer feliz a los demás, eso para mí es triunfar en la vida. El enamorarte de los defectos de la otra persona para que se sienta segura, eso es triunfar, no solo quedarse con lo bueno que sería puro egoismo, cuando la gente comprenda eso, volveran esas llamadas de "buenas noches", esos "te quiero" y esas cartas con una letra que te cuesta entender a veces y esa cara de tonto cuando tu madre la recoge y te la dá, esas pregunta de quien es? Y tu colorado te entra el pavo y te encierras en tu habitación a leerla...en fin...eso se vé tan lejano que a algunos nos llaman raros.��
    Postdata: el chico del gorro (se nota por todo el rollo que he soltado)

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