lunes, 19 de octubre de 2015

First Date..

Hoy me he puesto a pensar en las relaciones, en cómo empiezan, y no he podido dejar de preguntarme... ¿Cuándo fue la última vez que tuve una cita? Si, una cita como tal, aquello que la RAE define como "reunión de dos personas, previamente acordado" sin ningún tipo de connotación sexual, solo la necesidad de conocer más a fondo la persona que te gusta, y la verdad es que la respuesta es triste. Mi última cita de verdad, o por lo menos como yo la entiendo desde el punto de vista de romántica empedernida fue hace ya la friolera de 5 años... En realidad, en mi vida citas que me hayan marcado he tenido pocas, y son de las únicas que ha salido una relación. Eso no quita que entienda que muchas relaciones empiezan de la forma más casual sin necesidad de ellas y funcionan estupendamente, y de hecho he vivido citas sin haberlas preparado y las he disfrutado igual o más, pero chicas, soy niña Disney, crecí con películas como la sirenita o la bella durmiente, y la verdad que de vez en cuando ser una damisela en apuros no está mal, que Maten a un dragón por ti tiene hasta su punto, lo que no quita que el resto del tiempo me saque las castañas del fuego yo solita, que puedo con eso y mucho más sin ayuda.
Bueno, a lo que voy, no es lo mismo querer quedar con alguien que te gusta y que te diga " tomamos algo?" a "¿tenemos una cita?". Para los que estéis un poco perdidos en este tema os haré un breve resumen del posible horror de una primera cita. Para empezar la presión aumenta, el término cita por lo menos para mí ya conlleva algo más romántico y por lo tanto un nerviosismo interno más alto, para acostarte solo con alguien no te tomas tantas molestias. Empiezas a pensar días antes que te vas a poner y a imaginar que puede pasar. Llega el día, y estás como un flan, quieres dar la mejor versión de ti pero sin llevar a engaño, en mi caso, intentar poner mi cara de pocos amigos el menor tiempo posible. Llegó el momento y es cuando las agujas del reloj empiezan a jugar en tu contra, comiéndose segundos en cada minuto que pasa. Empiezas a notar que en tu cara se dibuja una sonrisa muy estúpida que no eres capaz de controlar, pero que te hace adorable a los ojos de la otra persona. Notas que estás sacando la mejor versión de ti sin tener que pensarlo porque te hace sentirte a gusto solo con mirarle a los ojos, una confianza extraña. Y sin darte cuenta, después de horas hablando y encontrando cosas en común, llega el momento esperado, el beso de despedida en la puerta de casa. Creo que no existe un momento más especial que ese, sobretodo porque no sabéis quién de los dos dará el primer paso. Yo aunque sea de la antigua usanza prefiero arriesgarme y hacer lo que menos se espera, y es cuando empiezas a dar respuesta a todas tus dudas "besara bien?" Lo que significa "besara como me gusta a mi? Es decir, Una mezcla entre dulce y agresivo". El problema de los besos es que son adictivos y una despedida se puede alargar durante horas, nunca es el momento de bajarte del coche, pero en algún momento habrá que irse. Llegas a tu casa, te metes en la cama y empiezas a analizar cada segundo que has pasado con el, cada pequeño detalle que ha tenido contigo que igual para él no ha significado nada pero para ti es un mundo; buscando explicaciones para todo lo que ha pasado en cada momento  y te das cuenta de que de lo único que tienes ganas ahora es de repetir otra vez por la sonrisa de estúpida que sigues teniendo en la cara.
¿Seguís pensando que el romanticismo esta pasado de moda? Estoy segura que muchos habéis pasado por aquí sin haberlo llamado cita y habéis sentido lo mismo, bien pues eso sigue siendo romanticismo aunque digáis que ha muerto, solo hay que dejarse llevar y dejar que la magia actúe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario